No puedo pensar en un mejor lugar para vivir y criar una familia que el sur de San Diego. Mis padres eran inmigrantes que nunca pudieron ser dueños de su propia casa, pero tenían grandes sueños para sus seis hijos y siempre nos enseñaron a trabajar duro. Vivo en Logan Heights con mi esposa, dos hijos y nuestra perrita adoptada. Me estoy postulando para la Asamblea porque me preocupa el tipo de California que les estamos dejando a nuestros hijos e hijas.

Impulsado por un fuerte sentido de servicio arraigado en mi fe y educación, me postulé para el Concejo Municipal porque nuestros vecindarios del sur de San Diego estaban olvidados y descuidados. Como regidor de San Diego, a través del trabajo arduo, construimos el primer parque en décadas, construimos una nueva biblioteca en San Ysidro y arreglamos cientos de millas de calles en nuestros vecindarios. Luché por reformas y también para tener fondos suficientes para que el departamento de policía de San Diego pudiera mantener a nuestros vecindarios seguros. 

Pensando que había dejado atrás mi carrera política, comencé una empresa pequeña y me desempeñé como presidente de la Asociación de Padres y Maestros en la escuela primaria Sherman. Pero al pasar de los días, veo los fracasos de nuestro gobierno. Nuestros niños están sufriendo después de más de un año de aprendizaje a distancia, los delitos violentos aumentaron un 16% en Chula Vista, un 12 % en National City y un 20% en San Diego, y los campamentos de personas sin hogar están en todas partes con personas que mueren en la calle por adicción y trastornos mentales.

Me postulo para la Asamblea Estatal porque me preocupa qué tipo de California les estamos dejando a nuestros hijos. Nuestros problemas están empeorando y las soluciones de nuestros líderes son ineficaces. Los políticos de Sacramento están desconectados de los problemas que enfrentan las familias diariamente. Yo enfrentaré nuestros mayores problemas de frente y buscaré soluciones que funcionen.

Podemos cambiar el rumbo de nuestras comunidades, pero solo soñando en grande y enfocándonos en las necesidades de nuestros niños, familias, vecinos y no en los intereses especiales que han comprado y controlan a los políticos en Sacramento.

Es tiempo de cambiar Sacramento.